Amanece sobre el desierto de Nevada. La noche del 27 de agosto de 1957 ha sido fresca, pero en la sala de control el calor se hace insoportable. Los preparativos para realizar la voladura subterránea ya están listos. La tapa de acero de media tonelada soldada a la salida cierra el pozo donde está colocada la carga nuclear. Arriba, una cámara de alta velocidad registra todo lo que ocurre. El jefe del equipo encargado de la detonación respira hondo antes de pulsar el botón… Tres, dos, uno… ¡BOUM!
Tras recuperarse del estruendo, se percata de que la tapa soldada ha desaparecido. Él y su equipo acababan de realizar la prueba nuclear Pascal-B de la operación Plumbbob.