23 de febrero de 2025 en la Tierra - Vigésimo año galáctico - #33
El Planeta X
Aquel 18 de febrero de 1930, Clyde Tombaugh sale corriendo de su laboratorio para anunciar el descubrimiento a su jefe, Vesto Slipher. Entra como un vendaval en el despacho y, con dos palabras, lo dice todo: “Lo tengo”. Llevaban meses buscándolo y era el objetivo de su gran mecenas, Percival Lowell, un millonario apasionado por la ciencia que se había propuesto encontrar el misterioso Planeta X.
Hacía un tiempo ya que las órbitas de Urano y Neptuno despertaban sospechas. Se comportaban de forma anómala, como si una fuerza invisible tirase de ellos. Pronto se llegó a la conclusión que debía existir un planeta desconocido más allá de Neptuno.
Clyde Tombaugh en la granja de su familia con su telescopio casero (1928).
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Clyde_W._Tombaugh.jpeg Crédito: Dominio público, via Wikimedia Commons
En 1894, Lowell fundó un observatorio astronómico cerca de Flagstaff, Arizona EEUU, con el propósito de estudiar el Sistema Solar y lo dedicó, entre otros asuntos, a buscar este astro esquivo. Durante años, él y William Pickering lo rastrearon. Lowell murió en 1916 sin haberlo encontrado. Pero el Planeta X sí estaba allí.
¿Cómo consiguió Tombaugh lo que sus antecesores no pudieron? Durante años tomaron fotografías de diversas zonas del cielo. Luego, se compararon con un microscopio de parpadeo, que mostraba alternativamente una y otra imagen de manera que, si algo se desplazaba, llamaría la atención. Y así, tras cuidadosas observaciones, confirmaron el desplazamiento de un objeto casi imperceptible: un nuevo planeta.
Tombaugh comparaba sus placas fotográficas utilizando este comparador de parpadeo.
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lowell_blink_comparator.jpg Crédito: Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported
La noticia se propagó como la pólvora y el personal del observatorio debatió cómo nombrarlo. A la postre, se impuso la opción de llamarlo Plutón, dios del inframundo para los romanos… y cuyas iniciales coincidían con las de Percival Lowell.
Sin embargo, el estudio detallado del nuevo planeta fue dejando claro, con el paso de los años, que se trataba de un objeto minúsculo, incapaz de perturbar las órbitas de Urano y Neptuno. Las supuestas perturbaciones en las órbitas de los gigantes helados se debían a errores de medida y de análisis.
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pluto-01_Stern_03_Pluto_Color_TXT.jpg
Crédito: NASA / Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory / Southwest Research Institute, Public domain, via Wikimedia Commons
Pero la historia de Plutón no terminó ahí. Desde que en 1992 se descubriesen otros objetos similares más allá de Neptuno, surgió un intenso debate: ¿se debía ampliar la lista de planetas o era mejor establecer una nueva clasificación?
En 2006, la Unión Astronómica Internacional creó la nueva categoría de “planeta enano” en la que encaja Plutón. Así, el planeta de Tombaugh fue relegado a la “segunda división” de los cuerpos planetarios. Pero esto ya te lo contamos en esta cápsula.
Para saber más
- Plutón (planeta enano) - Wikipedia
- Astrocápsula 21 - Descenso a segunda - 25 de agosto de 2024
- New Horizons - Wikipedia
- Objeto transneptuniano - Wikipedia
Cápsula realizada por
Álex Mendiolagoitia